Dejar en desuso el pronombre personal en singular y sustituirlo por el plural es signo inequívoco de amor o, cuando menos, de sentirse cómplice de algo que es mayor a la suma de sus partes. Al paso del tiempo se convierte también en un hábito. Se utiliza siempre el "nosotros" al hablar de planes y proyectos.
Lo que nunca dijo nadie es lo difícil de intentar realizar ese proceso a la inversa.
Jamás llegué a pensarlo.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario