Decir adiós no es una frase. Implica abandonar una parte de tu vida para comenzar una nueva. Dejar no solo a la persona de quien te despides sino todo lo que te ata a ella no significa olvidarle. Debe ser lo contrario, pero sin dolor.
Para decir adiós debes estar completamente seguro de quererle fuera de tu vida. Que te diriges a un camino donde no hay cabida para los dos. Pero, sobre todo, debes asegurarte que esa despedida es para ambos el capitulo final de un libro de recuerdos que llevarán toda su vida.
Si no estás convencido de ello es inútil decir adiós a quien quieres, pues ello dejará de ser un hecho para convertirse en una frase fría y vacía. En vez de hacerte mas fuerte, te desgarrará el alma quedarte con la duda del qué habría pasado. ¿Y si en lugar de abandonar y rendirse hubieses luchado? Y esa es una duda que con el tiempo se convierte en frustración, en un capitulo vació que te esforzarás por borrar y entre tanto intento terminas por recordar aún mas.
Dicen que recordar es volver a vivir, y volver a vivir un capitulo triste de tu vida te hará temer cada día mas en volver a equivocarte con alguien.
¿Estas seguro que decir adiós a esa persona es un hecho que te conlleva a ser una persona feliz, realizada y sobre todo consciente de vivir su vida plenamente y que el día de mañana recordarás a esa persona sin atormentarte?
Analiza y cuestiona antes de tomar una decisión, pues esto te ayudará a crecer como ser humano. Hoy y siempre.